jueves, 5 de septiembre de 2019

Heterosexualidad para niñas y niños




Hace tres años mi sobrina tenía seis. Yo había sido testigo en varias reuniones familiares de esa cantinela tan habitual y tremebunda de acosar a la niñas con preguntas tan tendenciosas como “¿tienes novio?”. Siempre me pareció una auténtica barrabasada enfrentar a los pequeños con cuestiones que sólo a los adultos les interesan porque ¿qué objetivo tiene preguntar a las niñas algo así o preguntarle a los niños cuántas novias tienen? (Ojo aquí la diferenciación sexual: si eres niña quieren saber si estás madura sexualmente para tener novio, si eres niño se da por hecho que ya estás sexualizado y cuántas más novias mejor) Durante la conversación que mantuve con mi sobrina uno de los abuelos hizo la pregunta en cuestión y yo, tanto para darle amplitud de miras como por joder un poquito (lo reconozco) le pregunté: “¿y novia?”. La mayoría de adultos me miraron escandalizados sin atreverse a manifestar la sorpresa o el abierto rechazo que les suponía tal posibilidad. Lo mejor fue mi sobrina: me miró muy seria y como una pequeña adulta me respondió: “no tita, no quiero novios ni novias, yo voy a vivir siempre con papá y mamá”. A ella la posibilidad de tener novia no le escandalizó, no le pareció extraño, no sintió que fuera algo antinatural o malo, ella, simplemente, quería vivir con sus progenitores.

Tres años más tarde, durante su cumpleaños, se dirigió a mí toda ilusionada porque yo le había prometido llevarla a ver Frozen 2. Con mi ánimo de seguir haciéndola ver que el mundo está lleno de posibilidades le comenté lo que decían sobre que la protagonista, Elsa, tenía novia. Ella abrió desmesuradamente los ojos como si yo hubiera dicho que el cielo era verde y me preguntó: “¿Novia? Pero si es una chica.” Bomba, explosión y devastación. En menos de tres años mi sobrina había pasado de ver con naturalidad la posibilidad de tener una pareja de su mismo sexo a pensar que era imposible que una chica amara a otra chica.

¿Qué pasó en esos tres años? Sus padres son los de siempre, no ha habido grandes cambios en su vida, las influencias familiares no han cambiado,…, pero la heterosexualidad se ha impuesto como norma. No son pocos los estudios que revelan que para cuando las niñas cumplen seis o siete años ya tienen asumidos estereotipos de género como que no son buenas en ciencias. Es obvio que algo estamos haciendo mal como sociedad cuando una pequeña de nueve años cree que no existen otros modelos más que el heterosexual. Y cuando una mira alrededor apenas puede sorprenderse. ¿Cómo no van a creerlo si todas las parejas de dibujos animados, de cine, de cuentos, de canciones, son heterosexuales? ¿Cómo no van a acabar tragándose el cuento del príncipe azul si se lo meten en vena en cualquier manifestación cultural, lúdica y de ocio que viven? Los niños y niñas necesitan más referentes, más diversidad, más tolerancia, porque sólo así crecerán libres de prejuicios y normas impuestas.

Mi pareja, que me conoce bien, me preguntó riéndose: ¿te has divertido escandalizándolos? Sí, me divertí mucho, pero al margen de mi militancia feminista lo que más me reconfortó fue pensar que mi sobrina sabría por mí que existen otras formas de amar y si, tal vez, el día de mañana descubriera que ama a otra mujer, sabrá que no está mal y que al menos tiene a una tía lo suficientemente tocapelotas para saber que la apoyará.


Patri Arcadas

1 comentario:

  1. Baccarat Online | Bet on Online Casino with Real Money
    Play online casino games like slots, 샌즈카지노 blackjack, poker, roulette, and so much more at FairPlay 바카라 Casino! Sign up & get up kadangpintar today and claim Welcome Bonus!

    ResponderEliminar