martes, 3 de agosto de 2021

De una letra, unas gafas violetas y cómo me quedé sin canción


 

Nunca dejas de aprender a utilizar las gafas violetas. Empiezas poco a poco, sintiéndote incómoda o/y enfadada por cosas que te suceden, ves, experimentas, oyes, después vas empapándote de teoría feminista, escuchas a mujeres que llevan en esto más que tú, filósofas, juristas, psicólogas, profesoras o simplemente a tu amiga o tu vecina que llevan más recorrido y te abren los ojos. Poco a poco despiertas, aprendes, observas y, sobre todo, reflexionas.

Yo llevo en ese camino muchos años y no dejo de sorprenderme de la enorme habilidad con la que el patriarcado impregna cada uno de los aspectos de nuestra vida, desde los más grandes a los más nimios y estoy segura de que debe de haber cientos que se me escapan. Cuento esto porque ayer, mientras hacía un largo recorrido para hacer una visita a un familiar, puse mi lista de canciones para conducir; al cabo de un tiempo empezó a sonar una a la que, hasta ahora, tenía especial apego porque me parecía rompedora, provocativa, rebelde,…, y de pronto algo en mi interior empezó a incomodar. ¿Qué sería? Llevo escuchando esta canción muchos años y esto incluye todos los años en que llevo poniéndome las gafas violetas y analizando mi alrededor con perspectiva feminista, ¿qué estaba pasando entonces? ¿qué alarma había saltado en el interior de mi cabeza de repente?

Escuché atentamente la letra y no encontré nada nuevo así que empecé por el principio ¿quién escribió esta canción? Un hombre: Patxi Andión. Este tío era aliado ¿no? Sí, eso decía él, pero eso tampoco es decir gran cosa, que como asegura el dicho el camino se hace andando y el aliado se demuestra siéndolo y no diciéndolo. Y aquí empecé a ver dónde estaba el problema. La canción se titula “Si yo fuera mujer” y se supone que es “una loa a la liberación femenina y una crítica a los hombres estilo 'playboy' y a la rigidez machista de la España de aquel momento”; quiero suponer que el cantautor lo hizo con la mejor intención posible y que, en aquel entonces, sería la bomba, pero ahora que hemos avanzado en los análisis feministas la letra de esta canción chirría o al menos a mí me lo hizo. Lo que vendría a decir es esto más o menos:  

Si yo fuera mujer / Tendría que empezar / Por abrir del todo / El telón del fondo del mito virginal / Y del hombre macho / Si yo fuera mujer / Podría publicar / Miles de razones / Del secreto de don juan / Las carcajadas nos harían llorar / Si yo fuera mujer / A mí no me tocaba / Un tonto con coche / Música de fondo / Y pose de John Wayne / Me daría el gusto de violarle a él / Y así nada de igualdad / Muerte al violador / Premio a la infidelidad / Desearía tomar eso / Que ellos llaman nuestra libertad / Si yo fuera mujer / Si yo fuera mujer / Yo me tendría que querer/ Si yo fuera mujer / No me casaría / Nada de sostén / Nada de pastillas / Que las tome él / Y ahora que lo sabes / Ahora tómame / Y así nada de igualdad / Muerte al violador / Premio a la infidelidad / Desearía tomar eso / Que ellos llaman nuestra libertad / Si yo fuera mujer / Si yo fuera mujer / Yo me tendría que querer / Si yo fuera mujer.


Así a priori entiendo por qué me gustaba esta canción: nada de virginidad, adiós hombre macho tipo John Wayne, fuera pastillas o sostenes, muerte al violador (lo de darme el gusto de violarle a él, ya si eso para otro día) Así pues, ¿qué me estaba incomodando de la canción? ¿qué había surgido de repente en mi cerebro que me hacía chirriar la letra? Finalmente lo entendí y proviene del mismo origen, como he dicho: esto lo ha escrito un hombre. Un hombre que, por muy bien intencionado que sea no deja de serlo, de haber sido educado como tal y que muy probablemente se beneficie de sus privilegios sin cuestionarlos y ni siquiera percibirlos. Sólo un hombre podría hablar de que si fuera mujer se daría el gusto de violarlo a él, porque sólo un hombre es educado en el placer de la violencia, a las mujeres no nos seduce la perspectiva de violar a otro ser humano. Sólo un hombre tendría la osadía de decir que si fuera mujer no consentiría X, claro, porque da por hecho que si fuera mujer sólo su cuerpo cambiaría, no su mente, y en su mente privilegiada de hombre se puede permitir decir qué permitiría o qué no, en su mente de hombre es incapaz de imaginar siquiera los condicionamientos sociales y psicológicos, la presión estructural y cultural que una mujer sufre para aceptar a todos los John Wayne del mundo, los sostenes y el peso de la anticoncepción. Sólo un hombre tendría la arrogancia de decirnos qué haría él si fuera mujer, creyendo conocernos, saber de nosotras y nuestras vidas, de nuestros miedos y traumas y socialización, sólo un hombre podría humillarnos diciéndonos “ey chicas, esto lo que haría yo, ¿por qué no lo hacéis vosotras?”. Así que aquí tenemos una canción supuestamente feminista, escrita por un hombre supuestamente aliado, diciéndonos lo que tendríamos que hacer y dejando en el aire una tácita ¿acusación? ¿cuestionamiento? ¿interpelación? sobre por qué no hacemos todo esto para liberarnos.

Porque sólo un hombre podría verlo tan fácil.

Y a mí se me ha jodido otra canción.

 

Patri Arcadas

 

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